El bizcochuelo de vainilla es un clásico de la repostería que nunca pasa de moda. Con su textura esponjosa y su sabor dulce y aromático, es perfecto para disfrutar solo o como base para otras preparaciones, como tortas rellenas o postres con frutas. A continuación, te enseñaré a hacer un bizcochuelo de vainilla delicioso y sencillo.
Tiempo de elaboración:
- Preparación: 15 minutos
- Tiempo de cocción: 30-35 minutos
- Tiempo total: alrededor de 50 minutos
Ingredientes:
- 4 huevos
- 200 gramos de azúcar
- 200 gramos de harina
- 120 ml de leche
- 120 ml de aceite vegetal
- 2 cucharaditas de esencia de vainilla
- 1 cucharadita de polvo de hornear
- Una pizca de sal
Instrucciones:
- Precalienta el horno a 180°C y prepara un molde redondo de aproximadamente 24 centímetros de diámetro. Puedes engrasarlo y enharinarlo ligeramente para evitar que el bizcochuelo se pegue.
- En un tazón grande, bate los huevos junto con el azúcar hasta obtener una mezcla espumosa y de color claro. Puedes usar una batidora eléctrica o hacerlo a mano con un batidor de varillas.
- Agrega la esencia de vainilla y mezcla nuevamente para incorporarla.
- Tamiza la harina, el polvo de hornear y la pizca de sal sobre la mezcla de huevos y azúcar. Esto ayudará a evitar grumos y asegurará una textura suave en el bizcochuelo.
- Incorpora la harina tamizada a la mezcla, alternando con la leche y el aceite vegetal. Comienza y termina con la harina, es decir, agrega aproximadamente un tercio de la harina, luego la mitad de la leche, otro tercio de la harina, el resto de la leche y finalmente el último tercio de la harina. Mezcla bien después de cada adición, pero evita batir en exceso para no desarrollar el gluten y obtener un bizcochuelo más denso.
- Vierte la mezcla en el molde preparado y asegúrate de nivelarla para que se hornee de manera pareja.
- Lleva el molde al horno precalentado y hornea durante aproximadamente 30 a 35 minutos, o hasta que al insertar un palillo en el centro, este salga limpio.
- Una vez listo, retira el bizcochuelo del horno y déjalo enfriar en el molde durante unos minutos. Luego, desmóldalo con cuidado y déjalo enfriar por completo sobre una rejilla.
¡Y eso es todo! Ahora tienes un delicioso bizcochuelo de vainilla listo para disfrutar. Puedes servirlo tal cual, espolvoreado con azúcar en polvo o decorado con crema batida y frutas frescas. ¡Buen provecho!